Nadie dijo que sería fácil, y nadie dijo que sería aburrido. Así es, en estos últimos años lo he pasado re bien y creo que han sido los más productivos de una vida y una juventud llena de errores que, involuntarios o no, de alguna forma ayudan a crecer y a buscar las metas que uno siempre quiere. Y no se deje engañar por el título, no hay nada religioso en estas letras.
Porque a veces uno no dimensiona todo lo que hace, y es ahí cuando te detienes y piensas - aunque te cueste - que realmente tu vida no ha sido una soberana mierda, aunque algunos digan lo contrario. Así hablan los picados.
El martes 19 de agosto de 2008, me catalogaron como "de la nueva hornada" en El Diario de Concepción, irónicamente la competencia de donde estoy escribiendo en forma regular. El Señor "Goteado" (MP) debe tener razón si me da ese calificativo, pero en realidad, si hablamos de masas horneadas (u hornadas), creo que todavía no estoy en mi punto, y realmente ¿Quién está realmente es su punto?, ¿será que estoy crudo? Estamos todos a medio cocinar.
El asunto es que este Señor "Goteado" me trata como la nueva horneada del periodismo, como el cambio necesario que debe haber en toda labor. Lo bueno es que lo recuerda, no se si por cariño o como anécdota, pero el asunto es que al parecer me tiene un aprecio y si lo hace es por algo.
En cuanto a "estar en su punto", son muy pocas las personas que pueden decir eso, y si bien no existe elogio que me diga que lo hago bien (por que siempre mantengo un bajo perfil), creo que la vida me ha premiado. Aunque como toda masa, a veces uno se dora más por un lado que por otro, sino pregúntenle a la empanada.
Ahora hay que reconocer también que no a todas las personas les gusta comer del mismo pan, o algunos simplemente no comen pan ni masas derivadas del trigo. Insanidad gástrica, o un pupolar y coloquial "no te trago".
El problema es que cuando me dicen que soy de la nueva horneada parece que se olvidan del dicho que versa "en la puerta del horno, se quema el pan". ¿Quién quiere ser ese pan?, ¿Quién quiere comer de este pan?
Parece que me veo como un pan apetitoso desde fuera del horno, ojalá que el kilo de pan esté caro cuando me quieran comprar.
Aunque me gustan más las tostadas, y con matequilla.