miércoles, 26 de mayo de 2010

Estracto de testimonio oficial

...En la escuela de Dichato el escenario era dantesco. Creo que no hay y nunca habrá palabras para explicar todo lo que vi ese día. Me fui a la costanera, caminé por entre los escombros y llegué a la playa, al mirar el mar, había cientos de casas que flotaban, algunas casi enteras, otras sólo los techos, habían escombros por todas partes, televisores, madera, sillones, muebles, restos y más restos de lo que alguna vez fueron hogares, un verdadero basural. Es ese momento me vi sobrepasado y me di cuenta de lo que había pasado, lo que estaba viviendo, ahí me quebré y lloré de rodillas frente al mar, no sé cuanto tiempo, pero ahí estuvimos solos... el mar y yo.

Me levanté y fui a reportear, entrevisté a un vecino del lugar que me agradeció por mi trabajo, al despedirse me dio la mano y un abrazo. Volví a encontrar al bombero y también lo entrevisté. Sacadas las cuñas y secadas las lágrimas, era la hora de volver. En el camino de vuelta dormí y había que llegar a informar, ese despacho tiene que ser el más fuerte y emotivo que he hecho en mi corta carrera. En medio del relato se me quebró la voz y el Locutor, Fernando Riveros, me ayudó a seguir...

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