Hoy me comí una manzana. Un acto cotidiano que a veces sirve para darse cuenta de algunas cosas.Porque no se trata sólo de comer la manzana, uno primero debe desearla, luego de eso es importante el tener una manzana, porque si no la tenemos ¿¿cómo la podremos comer?? Es sólo cosa de lógica.
En mi caso, tengo la manzana, es una grande, de color verde, (porque no me gustan las otras manzanas) y tiene palito pronunciado en forma curva color café. Brilla por si sola como si fuera a reventar de lo sabrosa que está. El asunto es que la deseo, la quiero comer y aquí donde comienzan mis problemas.
Ya la tengo en mi mano, pero me veo en la obligación de ir en busca de un cuchillo, que no sea ni muy grande ni muy, osea pensará ud, un cuchillo mediano, pero que a la vez debe cumplir ciertas características; debe tener si o si, una cacha (no sean mal pensados) no importa el color, pero debe tener un mango, no puede tener filo liso, porque me gustan con dientes, pero no esos currillos punta roma con dientes que no cortan nada, a eso es otra cosa, debe tener una punta afilada, creo que ya se imaginó ud el cuchillo que es de mi agrado.
Ahora viene la segunda parte. Debo pelar la manzana porque me carga la cáscara de esta fibrosa fruta. Sea roja, verde, amarilla o del color que sea hay que eliminar el envoltorio natural de la fruta. Pero antes de eso, hay que sacarle el palito para que deje de molestar.
Una vez hecho eso se puede comenzar a desnudar la manzana, con un estoque suave, pero desde arriba hacia abajo, desde el huequito que dejó el palito hasta el huequito que tiene abajo, y esto es clave, girándola siempre en el sentido contrario de las manijas del reloj.
Una vez pelada por completo la manzana, es hora del primer acto higiénico, se lava la manzana y junto con ella mis manos. Para seguir es importante que me seque las manos.
¿Y ahora?, aún no es hora de comer, porque me carga tener que abrir mi boca al máximo para comer manzana, entonces es hora de cortarla en pequeñas lonjas. Pero antes de eso debo tener un posillo donde poder depositar mis lonjas.
Lo busco con desesperación, hasta que lo encuentro, lo lavo y queda listo para cumplir sus funciones de guarda lonjas de manzana. Y ahora si, procedo a cortar la fruta en lonjas, siempre de arriba hacia abajo, cortando hacia mi cuerpo, con mucho cuidado y girando la manzana hacia… hacia donde??... en el sentido contrario de las manijas del reloj¡¡ muy bien.
Las lonjas caen con esa seguridad que brinda la gravedad sobre mi posillo guarda lonjas. Importante es que siempre sea un número par de lonjas, por lo general siempre logro sacar 8 trozos de una manzana.
Una ves todo esto cumplido, llegó la hora de comer pensará ud. No, está equivocado, es la hora de buscar un tenedor, o en su ausencia, utilizar algo que pueda pinchar las fibras de la manzana, esto porque no me gusta tomar los trozos con la mano, ya que, como es una fruta dulce, hace que mis manos se pongan pegajosas.
En mi frenético afán, logro encontrar un tenedor de puntas delgadas para que sea más fácil penetrar la manzana.
Con cuidado es hora de pinchar las lonjas y llevarlas cuidadosamente a mi boca para disfrutar del placer de comerme una manzana rica y jugosa.
Y es en este momento en que me doy cuenta de lo mañoso que soy, porque no costaba nada lavar la manzana con abundante agua y comerla tal como Dios la echó al mundo.
Pero bueno, fui feliz disfrutando de una fruta. A y claro como no todo puede ser perfecto, hay que lavar todo lo que usé. Ucha oh¡¡
1 comentario:
eso t pasa por complicao.. Y DICEN QUE LAS MINAS SOMOS COMPLICADAS! ... shhh!..yo la lavo no más y me la como... asi de simple..:P
igual te quiero complicadito y too
`pa q veas no mas xD
besitos por mil!
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