miércoles, 17 de septiembre de 2008

Ladrón de sabores

Insuficiente, es la primera palabra que se me viene a la mente cuando veo, desde lejos, lo que ocurre en este lugar de la universidad que debería funcionar sin problemas. Una necesidad básica que se traduce en hacer una larga cola para poder mantenerse vivo.
La espera se hace tensa, cada vez más tensa y la fila… no avanza, pero mientras a mi me sucede eso, hay otros que ya corren con su botín en las manos para engullirlo. Siempre es poco el tiempo.
El olor es inconfundible, pero no todos los días es lo mismo, casualmente hoy ese aire se quedó en mis ropas, ese olor a Talcahuano, ese característico del mejor local de comida que hay en Lenga, un olor mezclado con sabores orientales que saciaron la necesidad de felicidad de mi paladar.
Al fondo del mesón plateado, se ven los vapores del sabor que se engendran tras los vidrios que guardan las gotas de una condensación de sabores. Todos pulcros tras la fuente del divino combustible que me hará funcionar, como el mejor y más caro petróleo que echa a andar el motor de un poderoso camión.
Paso el pasillo de la discordia, es aquí donde tengo que elegir cuál será mi botín. Las dudas acechan, y la decisión debe ser rápida para no atrasar a todos los demás que también buscan con ansias su botín. Al final llega el momento y debo tomar la opción. El sabor oriental y el olor a Lenga, lo mismo que el caudillo anterior a mi consiguió.
El líquido color sangre me agrada, consigo un poco de ese dulce jarabe. Tan dulce como un almíbar, tan dulce como la dama que me acompaña. Deleito mis gustos, aunque debo reconocer que el botín fue escuálido, humilde.
Para el final, se organiza un pequeño montículo de nieve sobre mi curva arma de hierro, para refrescar mi garganta. Sobre el montículo de nieve corren pequeños ríos de lava dulce que me hacen sentir bien. Vienen mis mejores recuerdos.
Es hora de retirarse, y hay que devolver lo que nos han prestado, camino con mi bandeja mientras miro como el resto disfruta de un lindo almuerzo, cuando mi aventura ya acabó.

1 comentario:

Denisse Charpentier dijo...

Estaba rico el almuerzo ese día xD